Adquirir una nueva rutina en la vida no es tarea fácil, y requiere una gran cantidad de esfuerzo y dedicación. Al principio, la emoción de comenzar algo nuevo puede ser emocionante y motivadora, pero una vez que esta emoción se desvanece, es cuando realmente comienza el verdadero compromiso.
En este punto, es cuando las «negociaciones mentales» entran en juego. Tu cuerpo te da razones para detenerte, y tu mente trata de distraerte y evitar que continúes con tu compromiso. Es importante que en este momento mantengas tu determinación y enfoque en lo que te propusiste, y que no te permitas relajarte ni parar.
Es fundamental que desees terminar el programa con la misma convicción que tiene tu cuerpo cuando necesita respirar. Si te permites relajarte o negociar, estarás poniendo en riesgo todo tu esfuerzo y dedicación. Si no estás cumpliendo todos los puntos acordados en tu programa, no te preocupes. Esto es un proceso progresivo, y no se trata de cumplir todo de la noche a la mañana. Lo importante es que sigas avanzando y te comprometas a continuar.
Recuerda que una vez que comienzas, no puedes parar. La constancia y la determinación son clave para lograr tus objetivos. No te rindas ante las “negociaciones mentales” de tu cuerpo y mente, y sigue adelante con el compromiso que adquiriste contigo mismo. Verás cómo poco a poco, lograrás tus metas y alcanzarás el éxito que deseas.